“Alberto, te llamo para saber cómo estás y para saber si no te volviste loco.” La frase fue pronunciada por el fiscal federal Carlos Stornelli. Del otro lado del Nextel, “Alberto” era el por entonces titular de la UFI AMIA, Alberto Nisman. Horas antes había denunciado a la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, y al canciller, Héctor Timerman, por presunto encubrimiento de los imputados iraníes por la voladura de la mutual judía en 1994. Stornelli,uno de los organizadores de la multitudinaria marcha de los fiscales del 18 de febrero pasado, llamó a Nisman para preguntarle (en tono de “jocosidad”, según declaró) si estaba “loco”.

Tiempo Argentino pudo reconstruir, sobre la base del relato de fuentes judiciales, el diálogo que durante unos 20 minutos sostuvieron ambos fiscales. Stornelli le preguntó a Nisman siera “consciente” del “daño institucional que su escrito había producido”. Nisman elevó la apuesta, le aseguró que todo el contenido de la denuncia por “encubrimiento” era cierto y que podía probarlo con “miles de horas de escuchas”. Pese a que no tenían entre sí una relación de amistad (el propio Stornelli lo reconoció públicamente luego de declarar ante la fiscal Viviana Fein el 21 de enero pasado, dos días después del hallazgo del cadáver), Nisman le contó detalles de su trabajo que sorprendieron a su interlocutor por el grado de confianza que le dispensaba. El fiscal de la AMIA pronunciaba nombres en árabe que Stornelli no alcanzaba a comprender.

En ese contexto, Nisman le aseguró a Stornelli que el ex agente de inteligencia Antonio Stiuso no tenía “nada que ver” con la denuncia que había presentado. “No te voy a negar mi relación con Stiuso, pero hace mucho que no lo veo. No lo consulté; si lo hubiera hecho él me habría aconsejado esperar, pero te juro que no tiene nada que ver con la denuncia“, le dijo Nisman –palabras más, palabras menos– a su colega. Stornelli recalcó que Nisman utilizó el término “juro” cuando descartó la intervención de Stiuso en la redacción de su denuncia.

Según Stornelli, Nisman le contó que había “gente de la Secretaría de Inteligencia” que había “participado” en el supuesto encubrimiento. No dio nombres, y su interlocutor no los preguntó.

En el diálogo hay un dato llamativo. Stornelli le preguntó a Nisman si tenía “asegurada la prueba”, es decir si las grabaciones sobre las que basaba su denuncia por encubrimiento estaban a buen resguardo. Entonces el difunto fiscal le dijo que quería hablar personalmente con Stornelli y le pidió que le prestara su caja fuerte para depositar allí documentación. La presentación de Nisman incendiaba las tapas de los diarios y dominaba la escena política y judicial. Pero Stornelli acordó con Nisman que se iban a encontrar “en los primeros días de febrero”, es decir dos semanas después de esa conversación.

Cuidadoso con sus términos, Stornelli dejó ante la fiscal Fein una opinión personal respecto de lo que le ocurrió a Nisman: “Yo creo que él, de alguna manera, sabía que le esperaba un destino de fatalidad.”

La denuncia, a la Sala I de Casación

La sala I de la Cámara Federal de Casación Penal quedó a cargo del trámite del recurso extraordinario presentado por el fiscal general Germán Moldes contra la decisión de desestimar la denuncia por supuesto encubrimiento del atentado a la AMIA del fallecido fiscal federal Alberto Nisman.

El recurso de Moldes fue enviado por la mañana desde la Cámara Federal porteña a la oficina de sorteos del máximo tribunal penal del país, donde quedó radicada ante la sala I, integrada por Luis María Cabral, Gustavo Hornos y Ana María Figueroa.

Los jueces deberán dar vista al fiscal ante esa instancia de turno, Javier de Luca, para queresuelva si mantiene o no el recurso de Moldes.

Moldes es fiscal ante la Cámara Federal y llegó a Casación contra la decisión de la sala I de esa instancia de ratificar el cierre del caso dispuesto por el juez federal Daniel Rafecas, por inexistencia de delito.

Nisman había denunciado por supuesto encubrimiento del atentado, a raíz de la firma del Memorándum de Entendimiento con Irán, a la presidenta Cristina Fernández, y al canciller Héctor Timerman, entre otros. Ahora la sala I de Casación tendrá que resolver si declara admisible el recurso de Moldes y emite un veredicto al respecto.

Pedido de la SI

El secretario de Inteligencia, Oscar Parrilli, pidió a la justicia que se indague el vínculo del empleado de Aduana, Damián Sierra y el ex agente Antonio Stiuso, con la empresa House to House SA, propietaria de la camioneta en la cual ambos partieron a Uruguay en febrero.