sábado, abril 27, 2024
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Nene baleado en la villa: “El gendarme me dijo que la próxima me volaban la cabeza”

Ariel tiene 8 años y el viernes estaba junto a los murgueros que fueron reprimidos por Gendarmería. Tiene heridas en la cara y la pierna. 

Ariel viene corriendo hasta donde está la cámara. Tiene pantalones cortos, una camiseta suplente de Los Pumas y una gorra. Con una mezcla entre vergüenza y timidez veo que se baja la visera por debajo de la frente. Primero pienso que es por nosotros.

El hecho de estar frente a un micrófono puede ser una situación cotidiana para nosotros. Sin embargo, a otra persona puede generarle pavor.

Pero no, él no tiene miedo. El miedo lo perdió el viernes pasado, cuando tuvo que lidiar con una situación por la que nunca tendría que haber pasado. Ahí es cuando me doy cuenta que lo que Ariel quiere ocultar, es la marca de la violencia en su ceja: una bala de goma de Gendarmería le dio de lleno en la cara y casi lo deja sin un ojo.

Cuando vi a un Gendarme le pregunté si no les daba vergüenza lo que me hicieron y ellos me dijeron que la próxima me volaban la cabeza.

Empezamos la nota y él trata, como puede, de explicar lo que pasó. No está preparado y eso es lo normal. Un chico de 8 años no sabe hablar de estas cosas, porque lo normal, lo humano, es que nunca tenga que sufrirlas.

Seguimos con la entrevista y en eso entra un patrullero de Gendarmería, la gente los escupe. Para muchos de esos chicos, que se criaron en la ausencia de Estado, el primer contacto con el Gobierno fue a través de las balas de goma del viernes.

Se generó en los vecinos de la 1-11-14 un efecto contrario al buscado, ahora ellos ven a las fuerzas de seguridad como el enemigo y, los narcos, que son sabidos manipuladores utilizarán esto para plantarse como los liberadores.

“Cuando vi a un Gendarme le pregunté si no les daba vergüenza lo que me hicieron y ellos me dijeron que la próxima me volaban la cabeza”, dice Ariel al cerrar la nota.

La frase me impacta muchísimo. Lo que representa, aún más. La sensatez, la noción de cordura, salió de un chico de 8 años y no de quien representa al Estado con un uniforme y con un arma.

Fuente: TN.com

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